El tesoro más valioso lo hemos tenido siempre frente a nuestros ojos, lo sentimos cada vez que respiramos en la cumbre una montaña, cada vez que observamos un ocaso, en la melodía del océano al escuchar las olas chocar con las rocas, lo olemos al caminar sobre la hojarasca húmeda bajo bosques centenarios y al beber de la vertiente pura que regala vida al aventurero sediento. Suena simple, pero para alcanzar ese equilibrio pasaron millones de años y para poder apreciarlo nos falta tiempo. El paradigma que debemos analizar no es sentir temor al destruir nuestro planeta, sino más bien el amor que sentimos hacia el por ser nuestro único hogar, esa debería ser nuestra motivación para “salvar nuestro mundo”, no se puede amar lo que no se conoce. Cuando entendamos que somos parte de esa naturaleza, tomaremos conciencia de proteger nuestro hábitat y entenderemos que toda especie tiene el mismo derecho de vivir en armonía y equilibrio. Cristián R. V.
Heritage - Cristián Rojas Vallés ©
Capsula Araucanía - Cristián Rojas Vallés ©
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Reserva Los MOLLES - Cristián Rojas Vallés ©
Explora Valparaíso - Cristián Rojas Vallés ©